Al menos 28 personas murieron ayer y alrededor de 130 resultaron heridas a causa de la explosión simultánea de cinco bombas delante de distintas mezquitas en Bagdad. Los atentados se produjeron a la salida de los templos, poco después de que terminase la oración del mediodía del viernes, día sagrado para los musulmanes. El mayor número de muertos se registró ante la mezquita de Al Sharufi, situada en una zona chií del noreste de la capital iraquí, donde hubo al menos 21 víctimas mortales y 35 heridos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de agosto de 2009