La policía ha detenido en Sevilla a dos personas por estafar 36.000 euros en cajeros automáticos a través de una organización especializada en la clonación de tarjetas. Agentes del Grupo de Delitos Económicos detuvieron a dos ciudadanos búlgaros que obtuvieron el dinero al falsificar las tarjetas de crédito. Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes detectaron la presencia de anomalías en algunos cajeros automáticos de Sevilla y otras localidades, seguidas de un uso masivo de tarjetas en cajeros de países como Italia y Bulgaria.
Los dos detenidos, que ya han pasado a disposición judicial, utilizaban unos dispositivos capaces de leer bandas magnéticas y almacenar la información en un chip de memoria. Los miembros de la banda insertaban los dispositivos en las embocaduras de entrada de las tarjetas existentes en los cajeros.
De esta forma, la red se hacía con los datos mediante un proceso informático por el que transferían la información a una tarjeta con la banda magnética en blanco para disponerse a utilizarla. Para conseguir la clave de la tarjeta o número PIN, instalaban un doble teclado encima del original que grababa el número secreto del usuario que operase en ese cajero. A continuación, procedían a extraer el efectivo o efectuar cualquier tipo de compra con las tarjetas clonadas, lo que les permitió defraudar durante el primer semestre del año más de 36.000 euros.
Los agentes detectaron un doble teclado en un cajero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), por lo que se detuvo a N. P. S., de 33 años, y a E. I. H., de 32 años, a los que ahora se les imputan siete delitos de falsificación de moneda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de agosto de 2009