El mercado de valores español frenó su carrera alcista en esta última sesión, lo que, sumado a anteriores pausas, parece indicar que se admite como buena la opinión de muchos analistas sobre la situación de sobrecompra de muchos valores.
El Ibex 35 cedió el 0,22% para cerrar en 10.876,80 puntos, aunque en los peores momentos del día llegó a caer hasta 10.758,20 puntos, con un recorte del 1,31%. Los valores medianos del mercado cedieron el 0,56% y los pequeños se desmarcaron con una subida del 0,46%.
Los avisos que ha venido dando el mercado en los últimos días han puesto en guardia a los inversores, aunque las recuperaciones y los nuevos máximos anuales restaron fuerza al argumento de la debilidad de la tendencia alcista. Los analistas llevan semanas advirtiendo sobre la situación de sobrecompra en que se encuentra el mercado, en general, y muchos valores, en particular. Para que una situación así pueda mantenerse sin problemas hace falta que entre dinero de refresco, lo que los expertos suelen llamar inversores finales, pero bien sea por la altura de las cotizaciones, bien porque han comenzado las vacaciones, el caso es que el dinero ha comenzado a escasear en la Bolsa española.
En esta sesión se negociaron tan sólo 2.957,92 millones de euros en el Mercado Continuo, mientras que las operaciones del mercado abierto caían hasta los 1.740,06 millones de euros, una de las cifras más bajas en las últimas semanas.
Aunque los síntomas de cansancio del conjunto del mercado disuaden a muchos inversores y otros han decidido hacer caja en zona de máximos, muchas cotizaciones se dieron la vuelta con facilidad en esta sesión cuando en la Bolsa de Nueva York se celebraba tímidamente un buen dato del sector inmobiliario. La mayoría de los inversores y analistas es consciente de las dificultades que habrá que afrontar en los próximos meses, para los que se espera una manifiesta debilidad de la economía por la escasa, o nula, creación de empleo. Sin embargo, la apuesta actual se centra en el final de la recesión, al tiempo que se espera que el sector financiero vaya dejando atrás sus problemas. Todo apunta a que en Estados Unidos se va a llegar en breve a ese punto de inflexión de la economía, momento en el que habrá que hacer nuevos planes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de agosto de 2009