Tensión en Irán
La ausencia de destacados miembros del régimen, los escaños vacíos y, sobre todo, las protestas en la calle marcaron ayer la toma de posesión de Mahmud Ahmadineyad para un segundo mandato de cuatro años. Centenares de iraníes desafiaron el enorme despliegue policial y paramilitar que les esperaba junto al Parlamento, para protestar por el resultado de las elecciones del pasado 12 de junio.
La confianza que ayer exhibió Mahmud Ahmadineyad contrasta con los desafíos internos y externos que el presidente afronta en su segundo mandato. Por más que evitara mencionarlo en su discurso, la contestación popular a su elección ha minado su legitimidad. Además, la represión con la que ha respondido a las protestas le ha granjeado críticas entre sus propios aliados conservadores.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, comenzó ayer una visita oficial a siete países del África subsahariana para apoyar a las nacientes democracias del continente en su lucha contra el islamismo radical y la piratería que se refugia en las costas del Océano Índico.
El martes, las periodistas Euna Lee y Laura Ling estaban a la espera de ser trasladas a un campo de trabajos forzosos, a cumplir la sentencia de 12 años a las que les había condenado el régimen comunista norcoreano por entrar ilegalmente en el país en marzo.
Un año después de la guerra que enfrentó a Rusia y Georgia, la tensión vuelve a crecer en el Cáucaso. El Kremlin expresó ayer su preocupación por el rearme de Tbilisi. "Si los están armando es para una agresión", declaró el vicejefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas, Anatoli Nogovitsin.