El presidente Mahmud Ahmadineyad restó importancia ayer al hecho de que sólo Turquía y Japón le felicitaran en el comienzo de su segundo mandato al frente de Irán. EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia han anunciado que descartan la felicitación protocolaria. El presidente ultraconservador tiene un difícil panorama. Las potencias le dan la espalda, la oposición mantiene su desafío y hasta en sus filas tiene enemigos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de agosto de 2009