En la última década se han escrito una quincena de estudios sobre las fusiones de las cajas de ahorros. Un estudio dirigido por el profesor de Economía Aplicada Santiago Lago a punto de publicarse los ha recopilado todos y ha llegado a conclusiones llamativas, como que una fusión "no implica necesariamente que la entidad resultante sea más eficiente, rentable o sus trabajadores más productivos". Esto ocurre porque "a menudo es difícil conciliar distintas culturas empresariales, modos diferentes de pensar y actuar", por no hablar de que integrar dos carteras industriales similares podría concentrar los riesgos. En lo único que hay consenso es que estos movimientos aportan solvencia. Y precisamente por eso, las cajas llevan varios trimestres sacrificando sus beneficios. Gracias a ello, Caixa Galicia consiguió en julio su nivel de solvencia más alto de la década y su colchón para afrontar dificultades supera los 860 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de agosto de 2009