La batalla de los trabajadores de Spanair por mejorar las condiciones de su traslado a Barcelona se libró ayer en dos frentes: en el Ministerio de Trabajo, en Madrid, y en la central de la aerolínea, en Palma de Mallorca. Sindicatos y empresa negociaron en la Dirección General de Trabajo para obtener un plazo de seis meses hasta que comiencen los traslados. De este modo, el proceso se alargaría hasta el mes de febrero, en lugar de finalizar en septiembre, como prevé ahora la compañía.
La reunión se cerró ayer sin acuerdo y, según fuentes sindicales, Trabajo dio de margen a ambas partes hasta el jueves para que alcancen un acuerdo. En caso contrario, señaló que tendrá que intervenir en el conflicto. Las mismas fuentes aseguraron que Trabajo baraja la posibilidad de dictar una prórroga de cuatro meses para que se produzcan los traslados.
A la vez, unos 180 empleados del departamento administrativo de la aerolínea protagonizaban el segundo día de huelga en Palma por la mañana, mientras que otros 100 la secundaron por la tarde. Según el comité de empresa, el paro supuso el retraso de ocho vuelos: tres con salida desde Madrid, dos desde Barcelona, y uno desde Vigo, Copenaghe y Palma.
Los sindicatos mantienen la convocatoria indefinida de paro para los lunes y viernes de cada semana, los días en que hay más enlaces entre el aeropuerto de Son Sant Joan y las capitales europeas. Los portavoces de los trabajadores consideran que el traslado de la empresa a Barcelona, tras su compra por parte de un grupo de empresarios catalanes, supone "un ERE encubierto". Por eso juzgan necesario que se dé un "tiempo prudencial" a los afectados "por todo lo que supone un cambio geográfico de estas características". Además, los sindicatos piden a la empresa que mejore las indemnizaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de agosto de 2009