"Es un sacrilegio que estén destrozando una obra de Miró", se lamentaba Jacqueline Contreras, una vecina de la calle de Aragó de Barcelona que ayer interrumpió sus vacaciones para manifestarse, junto a unas cien personas, en contra del emplazamiento provisional de un cuartel de bomberos en el parque de Joan Miró. Justo al lado de la escultura del artista, Dona i ocell, en la confluencia de las calles de Aragó y Tarragona.
Los vecinos, mediante una cacerolada, mostraron así al Ayuntamiento su indignación por haber iniciado las obras hace una semana sin consultarles y "con alevosía", en plenas vacaciones de verano. "Aunque sea agosto vamos a continuar luchando", repetía, megáfono en mano, la abogada y portavoz vecinal Patricia Plaza, quien calificó la obra de "ilegal" por no contar con la licencia requerida, en su opinión, para construir en suelo público. El Consistorio sostiene que el permiso no es necesario dado el carácter provisional de la construcción. "Es ilógico situar un cuartel de bomberos que tendrá como salidas principales las calles de Aragó y Tarragona, habitualmente saturadas por el tráfico", argumentó la letrada. Muchos de los vecinos se preguntaban por qué no se utiliza como alternativa un cuartel de la calle de Lleida, que está medio vacío, en vez de sacrificar uno de los pocos espacios lúdicos del barrio. Según el Ayuntamiento, los técnicos descartaron ese emplazamiento porque los bomberos incumplirían el protocolo al tardar más de 10 minutos en atender una emergencia en el Eixample. A la manifestación acudieron regidores de la oposición, de CiU y PP, que criticaron la actuación "improvisada" del Consistorio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de agosto de 2009