El plan de los dos ladrones era sencillo: robar un tráiler, acudir de madrugada a una empresa que tuviera una cantidad considerable de cobre y llevárselo. Sustrajeron a un vecino de Figueres (Alt Empordà) un tráiler amarillo y pusieron rumbo a un polígono industrial situado en el kilómetro 37 de la Nacional 260, a la nave de la empresa Harris-Euro.
Los ladrones hicieron un agujero en la parte trasera de una nave, se metieron en el almacén y abrieron la puerta basculante, por donde introdujeron el camión. Cargaron el vehículo con toneladas de cobre. Y llegó el momento de salir marcha atrás, pero no se cumplió la norma que dice que todo lo que entra, sale. La cabina del camión se quedó atrapada con la puerta basculante del almacén. Los ladrones huyeron abandonando el botín.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de agosto de 2009