La Autoridad de Servicios Financieros (FSA en inglés) de Reino Unido publicó ayer unas nuevas normas para regular las millonarias primas que los bancos pagan a sus directivos. El regulador quiere que las pagas adicionales estén más vinculadas a los beneficios a largo plazo de las entidades, a fin de atajar la cultura de excesivos riesgos que pueden desestabilizar la economía.
Así, la FSA ha prohibido las primas garantizadas durante más de un año y estipula que dos tercios (el 66,6%) de las pagas extra de los altos ejecutivos deberían repartirse a lo largo de tres años.
El nuevo código está diseñado específicamente para impedir los riesgos a corto plazo en el sistema bancario que, en opinión de algunos analistas, fueron un factor desencadenante de la crisis que casi hacer colapsar al sistema financiero el pasado mes de octubre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de agosto de 2009