La asociación ecologista Adega calcula que unos 2.000 árboles se talarán en los márgenes de las cuencas fluviales del municipio de Lugo. Esta tala estaría causada por las obras de la autovía A-54 Lugo -Santiago y por la ampliación de la N-VI. Los ecologistas piden a la Xunta y al Ayuntamiento de Lugo un inventario y una evaluación de los árboles situados en las orillas de esta cuenca.
Luis Toirán, portavoz de Adega, tilda de "necesaria" la catalogación de todo este patrimonio natural" para determinar "qué zonas no deberían tocarse por su valor". Además de este inventario, la organización ecologista presenta otras tres demandas: un recuento de las masas árboreas afectadas por talas en Lugo, legislación específica para proteger la vegetación autóctona asociada a los canales de agua y la paralización de actuaciones que amenazan la supervivencia de la flora de ribera. El objetivo es que "no desaparezcan porque sí robles u otras especies o que sean sustituidos por eucaliptos y pinos". Las obras de la A-54 afectan a unos 1.900 árboles en la parroquia de Baltar, en un espacio entre el Monte de Meda y el Ayuntamiento de Lugo, uno de los espacios mejor conservados de toda la provincia, y también a la zona de la ribera derecha del Miño desde el cordal de Ombreiro hasta Orbazai. Uun bosque de 100 árboles en Anguieiro también será "barrido" por la ampliación de la N-VI.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de agosto de 2009