El heptacampeón mundial de fórmula 1, Schumacher, renuncia a sustituir a su compañero Massa por no encontrarse en forma, a causa de unos fuertes dolores en la nuca. Lo que iba a ser nada más y nada menos que el sensacional retorno del ídolo de la escudería de Ferrari -considerado sin discusión el mejor piloto de todos los tiempos- se ha quedado sencillamente en agua de borrajas. Bien le habría venido -tanto en el campo deportivo como en el comercial- su presencia a la ciudad valenciana para poder aumentar todavía más el nivel de competitividad de tan emocionante carrera, que precisamente ahora se encuentra afrontando sus últimos días de montaje, así como también para compensar la importante ausencia de nuestro piloto asturiano. Y es que el alemán ha aprovechado también la ocasión para matar dos pájaros de un tiro, manifestando a bombo y platillo que definitivamente no volverá a competir.
Está más claro que el agua que Schummi no tiene a estas alturas absolutamente nada que demostrar en esa especialidad deportiva, así como que el bien más preciado que tenemos en la vida es la salud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de agosto de 2009