Las tradicionales barbacoas de Cádiz están perdiendo adeptos. La concentración de público en las playas de la ciudad tras la celebración de la final del Trofeo Carranza de fútbol, en la madrugada de ayer, congregó a unas 70.000 personas, una cifra levemente superior a la del pasado año, pero muy alejada de los 170.000 del momento de máximo apogeo, en 2006.
La merma responde a las limitaciones, cada vez mayores, establecidas por los organismo públicos (Dirección General de Costas y Ayuntamiento de Cádiz). Las administraciones están preocupadas por el impacto de esta celebración en el medio litoral.
Horario restringido
En esta ocasión se acotó un área de la playa urbana de La Victoria y se restringió más el horario. A las seis de la mañana de ayer los 200 operarios de limpieza comenzaron la labor, lo que impidió que se prolongara la fiesta playera. El Ayuntamiento informó de que unas cinco horas después, hacia las 11.00 de la mañana, habían sido retiradas unas 65 toneladas de desperdicios de la arena. A medio día la zona litoral presentaba, en apariencia, un buen estado de uso.
Pero las asociaciones ecologistas han venido reiterado sus advertencias sobre el grado de insalubridad de la arena y la primera línea de costa por el uso indiscriminado del entorno como gran vertedero. A pesar de ello, el portavoz municipal, Juan José Ortiz (PP), destacó que en esta ocasión se ha detectado una actitud "más cívica que otros años". Los servicios médicos atendieron un total de 144 urgencias durante la celebración, la mayor parte fueron casos de intoxicación etílica. 13 personas terminaron en el hospital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de agosto de 2009