En un plazo de cuatro años todas las ciudades de la Comunidad Valenciana de más de 20.000 habitantes tendrán que haber eliminado cualquier barrera física y garantizar un sistema de transporte y movilidad accesible a todos los ciudadanos, sin excepción. En una nota oficial, el consejero de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, anunció ayer que, una vez esté aprobada la Ley de Accesibilidad Universal al Sistema de Transporte, todos los municipios de más de 20.000 habitantes deberán tener todas las aceras adaptadas en un plazo de cuatro años.
Flores señaló que la nueva ley "no sólo se dirige a colectivos con limitaciones específicas de movilidad, sino que también beneficia a personas mayores, embarazadas y viajeros con niños pequeños; que tendrán mayor comodidad y mejor accesibilidad en sus desplazamientos".
El consejero hizo hincapié en la "concepción global" de la norma, ya que exige la accesibilidad no sólo en los medios de transporte, sino en todo elemento necesario como son paradas y estaciones. Flores explicó que, entre otros proyectos, los municipios deberán elaborar un plan de adaptación de itinerarios urbanos a las personas con problemas de movilidad, y evaluar el nivel de adaptación de todas las aceras y otros elementos destinados a los peatones de la localidad.
Asimismo, antes del 31 de diciembre de cada año, cada municipio elaborará un documento que refleje el grado de cumplimiento de los objetivos del plan, documento que será sometido a información pública y trasladado al órgano de participación para su conocimiento.
Mientras, en cuanto a los municipios de menos de 20.000 habitantes que no alcancen las 10.000 viviendas, deberán adaptar su red peatonal a las necesidades de las personas con problemas de movilidad en los plazos más breves posibles y en todo caso en un plazo de ocho años. También en estos casos, la norma pone en el acento en las aceras, andenes y viales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de agosto de 2009