El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, asegura sentir "inquietud" por el hecho de que el Tribunal Constitucional no haya dictado una sentencia sobre el Estatuto de Cataluña tres años después de que el PP presentara su recurso de inconstitucionalidad, aunque afirma que "hay otras muchas leyes que están pendientes de resolución desde hace seis y siete años".
Caamaño señala que "la media" de tiempo que necesita el Constitucional para sus sentencias "excede con mucho los tres años" y añade que la resolución sobre el Estatut será "la más compleja de su historia" porque "va a marcar el futuro del Estado de las autonomías y hacia dónde puede o no evolucionar". Caamaño también se muestra convencido de que el modelo establecido en 1978 conlleva que "siempre se van a vivir tensiones, como en cualquier Estado de tipo federal, entre el centro y la periferia".
El ministro destaca que esta norma "lleva aplicándose dos años y pico largos y no ha pasado nada excepcional". "Ni se ha roto la unidad de mercado, ni los catalanes tienen derechos distintos a los que tenemos el resto de los españoles. Es decir, se ha vivido y seguiremos viviendo con absoluta normalidad y es paradójico que un Estatuto tan manifiestamente inconstitucional, según dicen, y que iba a acabar con toda la estructura de nuestro país ya esté aplicándose todos los días y no haya habido consecuencias tan dramáticas, como algunos nos han querido vender", afirma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de agosto de 2009