Hacía tiempo que en Vilagarcía la húmeda festividad del patrón no coincidía en fin de semana y con calor. La ciudad pontevedresa recibió ayer miles de visitantes dispuestos a mojarse con San Roque en la Festa da Auga, declarada de interés turístico nacional. Los romeros pidieron agua después de portar al santo, y rompió a llover desde los balcones y los camiones cisterna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de agosto de 2009