Carmen Linares fue la encargada de cerrar ayer el ciclo flamenco de los Jardines de Sabatini. La cantaora jiennense, que ya ha presentado en Madrid su último trabajo discográfico, Raíces y alas, basado en los poemas de Juan Ramón Jiménez, volvió a su repertorio más clásico y deslumbró a un público entregado junto al palacio Real, vestido de flamenco durante todo el mes. Figuras del cante, el toque y el baile han llenado de arte jondo los Jardines de Sabatini. Por allí han pasado los sonidos quejumbrosos de el Cabrero, los palos tradicionales de la joven cantaora Rocío Márquez y el baile de Antonio Fernández Montoya. Las noches flamencas, integradas dentro de la programación de Los Veranos de La Villa, sólo podían terminar con la elegancia y la versatilidad de Linares. El flamenco volverá al mismo escenario a finales de mes, con la actuación de estrellas flamencas como Sara Baras, Niña Pastori y Valderrama.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de agosto de 2009