La calle de Verdi viajó ayer en el tiempo. Como en el medievo, cuando los guerreros asaltaban los castillos con gritos de guerra, los vecinos se adentraron en su creación después de ser proclamados el mejor decorado de las fiestas de Gràcia. El segundo lugar lo ocupó la calle de Tordera y el tercero, la Joan Blanques de Baix. Participaron un total de 17 sitios. El trofeo a Verdi exaltó sus ocho meses de organización y el trabajo manual realizado por unos 50 vecinos en las últimas semanas. También se premió su iluminación y su portada, una muralla de unos 6 metros de altura, hecha con bloques de periódicos reciclados. Ricard Estruch, presidente de la Fundación Fiestas de Gràcia, alertó sobre los daños que "algunos vándalos" hiceron a los decorados de calles de Tordera, Fraternidad y Mozart
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de agosto de 2009