La Policía Nacional liberó la semana pasada en Valencia a una persona secuestrada presuntamente por un grupo de narcotraficantes. Era una "medida de presión" para intentar recuperar un envío de cocaína procedente de Perú, que habría recibido un conocido de la víctima. Así lo explicó ayer a través de un comunicado la policía. En la operación participaron agentes del grupo de Secuestros y Extorsiones de la Central y de las Brigadas Provinciales de Policía Judicial de Alicante, Valencia y Elche. En total, han sido diez las detenciones, por los delitos de detención ilegal y tráfico de estupefacientes. Entre los detenidos, el propio secuestrado, por tráfico de drogas, al que la policía encontró comiendo con sus secuestradores, sin atar, cuando irrumpió en la vivienda.
La historia se inicia cuando uno de los detenidos, M.H.O.A., organizó un envío de estupefacientes a España procedente de Suramérica, desde donde se remitieron seis kilogramos de cocaína que llegaron ocultos en un motor de embarcación al puerto de Barcelona y desde allí al aeropuerto de Alicante.
Esa persona necesitaba a alguien para recibir el motor con la droga a su llegada a Alicante y contactó con F.M.M.G., un amigo suyo que residía en la zona. Éste rechazó el encargo, pero facilitó el contacto de dos hermanos dispuestos a hacerlo.
Los hermanos presuntamente recibieron el paquete y se apoderaron de la cocaína. Cuando el supuesto organizador del envío intentó comunicarse con ellos para recuperarlo, ninguno respondió a sus llamadas. Determinación: secuestrar al amigo, al que raptaron en su propia casa. Los hermanos denunciaron la desaparición de su amigo y la policía se puso a trabajar. En 24 horas, localizaron y liberaron al supuesto traficante retenido en un piso en Valencia. La policía ha detenido a los captores, a los dos hermanos y a sus colaboradores en distintos puntos de España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de agosto de 2009