El Ayuntamiento de Pinto (PSOE) ha tomado una decisión que sabe que puede traerle problemas legales. Contratará a 11 trabajadores para que cumplan los servicios mínimos a dependientes que las auxiliares del servicio oficial, en huelga desde el 10 de agosto, se niegan a realizar.
Desde que empezó la huelga de las 68 empleadas de la empresa responsable del servicio, Concierto de Bienestar, 275 dependientes siguen sin ayuda a domicilio. Las auxiliares no atienden a los 54 dependientes que marcan los servicios mínimos porque su empresa, con un embargo de la Seguridad Social, no los abona.
"Tenemos que priorizar. No podemos dejar a los dependientes sin ayuda", explicaba ayer Julia Cerdeiras, concejala de Bienestar Social. El Ayuntamiento presentó en el INEM la oferta pública de empleo y el jueves se examinará a los candidatos para restablecer el servicio el viernes. "Lo que necesitamos es a 11 profesionales para atender a las personas que necesitan más urgentemente la ayuda", respondía Cerdeiras en referencia a la posibilidad de que sean las propias auxiliares de Concierto de Bienestar las que se presenten al puesto.
Esther Gumiel, de Comisiones Obreras y representante de las auxiliares, alertaba sobre la ilegalidad que supone suplir a trabajadores en huelga, y reclamaba al Consistorio una solución para todas las empleadas, que llevan cuatro meses sin cobrar. El Ayuntamiento insiste en que no puede hacerse cargo directamente de sus salarios porque media un contrato que todavía no está disuelto. Se espera que los trámites para que esto suceda se resuelvan en septiembre y una empresa nueva se haga cargo del servicio y de las trabajadoras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de agosto de 2009