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Dos heridos graves en un violento asalto a un camión de tabaco

Los ladrones arrojaron en marcha a los repartidores en su huida

Miguel Ángel y Apolonio vivieron ayer uno de sus peores días. Cuatro encapuchados cerraron el paso al camión con el que iban a hacer un reparto en el barrio del Pilar, en Madrid, y les apalearon con mazas para llevarse el cargamento, unos 300.000 euros en cajetillas de tabaco. Luego, tras meterlos en el maletero de un coche, los arrojaron en marcha como fardos. Durante su huida, otro de los ladrones, que se puso al volante del camión, tomó una rotonda con demasiada velocidad y volcó. El botín quedó desparramado mientras los delincuentes ponían pies en polvorosa. Los dos empleados de la empresa de transportes sufren heridas de carácter grave.

El conductor, Miguel Ángel P., de 34 años, y su compañero, Apolonio R., de 48, habían comenzado su jornada en los almacenes de la empresa Logista en Leganés. Allí cargaron 200 cajas de tabaco. Cuando enfilaban la calle del Ventisquero de la Condesa, un BMW azul marino se atravesó y les obligó a frenar. Cuatro encapuchados armados con barras de hierro salieron del coche y les apalearon sin dar tiempo a los empleados a accionar su dispositivo GPS conectado con una central de alarmas. "Los ladrones eran españoles y se les veía muy experimentados", señalaron en la empresa Jaime Caballero, propietaria del camión.

Los delincuentes hicieron volcar el furgón y perdieron el botín

Los atracadores metieron a empujones a los empleados en la parte trasera del BMW y les colocaron sendas bolsas en la cabeza. Otro de los ladrones se puso al volante del camión. Al poco de iniciar su huida, los encapuchados tiraron en marcha a los dos rehenes del coche. Un conductor que iba tras el BMW frenó en seco al ver caer a dos hombres del mismo, pidió ayuda por teléfono y socorrió a los heridos.

Poco después, el camión volcó. El ladrón pudo salir por la ventanilla izquierda y montarse en el coche de sus compinches para salir volando. Ahí se les perdió la pista. La empresa afectada explicó que éste es el tercer robo que sufren en el último año y medio. "La policía ya nos había avisado de que hay una banda especializada y que no son capaces de detenerlos. Suelen hacer de media un robo al mes. De hecho, como los dos últimos atracos que intentaron les salieron mal, sabíamos que en éste lo iban a hacer a la desesperada", añadieron fuentes del sector.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de agosto de 2009