Si Britney Spears fuera presidenta, no cerraría Guantánamo ni ofrecería seguro médico a todos los estadounidenses. Lo primero que aprobaría sería "tarta gratuita para todos", según dijo la cantante en una entrevista el martes en el programa nocturno de David Letterman.
Vestida con un bikini y ataviada con una flor roja en la cabeza, la intérprete, que en su día manifestó su apoyo a George W. Bush, dijo que reformaría el Despacho Oval y lo dejaría como un decorado del Palms Casino de Las Vegas, y que obligaría a la NASA a montar una discoteca en la luna antes de una década. Además, añadió, "sería el primer presidente en lucir sombra de ojos desde Richard Nixon". Aquel presidente era conocido por usar una abundante cantidad de maquillaje para disimular sus excesivos sudores ante las cámaras de televisión. Pero de entre todas sus razones para querer ser presidenta, Spears destacó una: "Por fin, los medios me prestarían atención".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de agosto de 2009