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Crónica:

El Athletic ruge a tiempo

Llorente rescata a los 'leones', victoriosos en la Liga Europa como el Villarreal y el Valencia

Óscar de Marcos, un chaval que hace nueves meses, en Tercera División, no sabía muy bien qué sería de su carrera, interrumpida por las lesiones; y Fernando Llorente, un tipo de reputación sobradamente contrastada pero desaparecido en combate durante 90 minutos; prendieron a última hora, cuando ya languidecía, la llama europea del Athletic, apagada a sólo cinco minutos del final, cuando el 1-2 condenaba a los leones a una segunda proeza continental, de nuevo en campo ajeno y sobre hierba artificial. Sólo un desesperado arranque de orgullo salvó los muebles bilbaínos (3-2). No necesitaron de tanto esfuerzo ni el Valencia (0-3 al Stabaek) ni el Villarreal (1-3 al Breda), ambos con la ronda previa de la Liga Europa prácticamente finiquitada.

ATHLETIC 3 - TROMSOE 2

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta, Castillo; Susaeta (M. 85. David López), Javi Martínez, Yeste (M. 80, Iturraspe), Muniain (M. 73, Toquero); De Marcos y Llorente. No utilizados: Armando; Ustaritz, Etxeberria y Ion Vélez.

Tromsoe: Ramovic; Hogli, Reginiussen, Koppinen, Larsen; Knudsen (M. 81. Strand), Knarvik, Jensen, Lindpere (M. 92. Haugen); Moldskred (M. 85. Reginiussen) y Rushfeldt. No utilizados: Isaksen, Johansen y Jaboga.

Goles: 0-1. M. 41. Moldskred. 1-1. M. 61. Javi Martínez (penalti). 1-2, M. 75. Lindpere. 2-2. M. 85. De Marcos. 3-2. M. 90. Llorente.

Árbitro: Sacha Kever (Suizo). Amonestó con amarilla a Amorebieta, De Marcos, Larsen y Moldskred.

Encuentro de ida de la cuarta ronda clasificatoria de la Liga Europa. Media entrada en el estadio de San Mamés.

La puesta en escena del Athletic auguraba una noche desconcertante. Únicamente el sirimiri remitía al San Mamés de toda la vida. Ni las gradas, semivacías, presentaban el impactante aspecto visual con que antaño escenificaba la Catedral sus noches europeas, ni el Athletic, tibia su puesta en escena, firmó uno de aquellos arranques en avalancha que, si no se cobraba la pieza, la dejaba asustada y sin resuello.

El primer minuto escenificó las intenciones. El Athletic tocó y tocó el balón en busca de sus interiores, Muniain y Susaeta, paciente. El Tromsoe, bien pertrechado, tardó 40 segundos en enviar un pelotazo largo en busca del rapidísimo Moldskred, y lo que en los albores del partido pareció un recurso rudimentario, con el paso de los minutos acabó siendo un arma de poder devastador.

En el Stabaek-Valencia, con la eliminatoria controlada, Joaquín zarandeó la cita en un gesto de rabia contra su entrenador, que le había reprochado su apatía poco antes. El gaditano, que acababa de entrar, respondió a la bronca de Emery con una estupenda pared con Mata que concluyó el propio Joaquín en el tercer gol.

El Villarreal, por su parte, dio un recital de toque para ganar en Holanda. En un ambiente encendido, ante un rival motivadísimo, revolucionado en exceso y violento en demasiadas ocasiones, el conjunto castellonense demostró que en el fútbol manda el cerebro más que el músculo, la técnica sobre la potencia. Venció el Villarreal porque fue mejor y deja pocas dudas de que estará en el nuevo formato de la UEFA, la Liga Europa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de agosto de 2009