Ahora que ha pasado un tiempo prudencial, exijo, como ciudadano que paga impuestos, que se hagan públicas las ayudas del Gobierno a los bancos y cajas y su cuantía. Tenemos derecho a saber cómo se gasta el dinero público que es de todos. Más transparencia y menos opacidad. La democracia empieza aquí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de agosto de 2009