Todavía me sigo preguntando por qué el Consejo de Ministros se reunió en agosto para aprobar la polémica medida de los 420 euros para parados. La letra pequeña de la medida, las extrañas prisas y la falta de debate y consenso en un tema tan importante como éste me hacen pensar que esta medida, además de improvisada, fue una excusa para aprobar la TDT de pago y favorecer así a un determinado grupo mediático afín a Zapatero ante el inminente comienzo de la temporada de fútbol a finales de agosto. Si el objetivo del Consejo de Ministros fue convertir a los parados en una cortina de humo, la operación fue todo un éxito. Otra cosa son los efectos colaterales de esta medida tan arbitraria, insolidaria y discriminatoria en su plazo de aplicación y que va a necesitar de mucho maquillaje y de muchos fondos públicos de nuestras exiguas arcas para hacerla medianamente aceptable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de agosto de 2009