El 40% de parados tiene pocas o muy pocas posibilidades de encontrar empleo. Puede que yo esté en esa horquilla y no me hace gracia. El Gobierno no debe poner parches, no me sirven de nada los 450 euros que podré cobrar después de agotar el subsidio del paro. Eso es como ir a países en vías de desarrollo y en vez de enseñarles técnicas agrícolas, instalarles pozos, a subsistir por ellos mismos... les envían productos que a nosotros ya no nos sirven o excedentes de los países ricos.
Yo quiero ser útil, para ello deseo formación. Una formación obligatoria, destinada a tener una profesión que me haga sentir persona. Si la dejo, que el Gobierno me penalice y si no, quiero salir de esa horquilla funesta del 40%. Y no sólo formación en este país, también en el extranjero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de agosto de 2009