Para la Consellería de Facenda, el Gobierno está haciendo un verdadero "chantaje" a las autonomías. El PP calcula que la Xunta deberá devolver casi 600 millones de euros por las liquidaciones negativas de las entregas a cuenta que el Estado realizó en 2008. Es el precio que tiene que pagar Galicia por el desfase de la previsión del Estado, que ese año, según un cálculo que se demostró erróneo, anticipó a la comunidad autónoma su parte en los impuestos (IVA, IRPF e impuestos especiales). La caída real de los ingresos por esos conceptos, debida a la crisis y conocida después, ha provocado el desfase, que en 2009 se antoja mucho mayor. El PP gallego calcula que este año el agujero podrá ser de unos 1.300 millones.
Para empezar a devolverlos las comunidades autónomas tendrán dos años desde que se conozcan los datos de la liquidación. Y lo harán poco a poco, aportando un 25% en cada ejercicio. De este modo, la comunidad gallega deberá devolver los ingresos de 2008 entre el 2012 y 2015 y los de 2009 entre los años 2013 y 2016.
El "chantaje" para Marta Fernández Currás, titular de Facenda, está en que, de forma paralela, el Gobierno les ha forzado a firmar el nuevo acuerdo de financiación autonómica si quieren recibir los fondos adicionales que articula el sistema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de agosto de 2009