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CARTAS AL DIRECTOR

Investigar y castigar la corrupción

¿No es cierto que el Estado debe perseguir a los delincuentes? ¿Es que la justicia no debe aclarar si un ciudadano, sea político o sea de a pie, acusado de un delito es o no culpable y, de serlo, sancionarlo como la legalidad manda? Cuando ocurre que aparecen numerosos personajes políticos del mismo partido en numerosos asuntos sospechosos de corrupción política, lo terrible sería que el Estado renunciase a investigar y perseguir a esos políticos acusados de corrupción porque muchos son del mismo partido.

Esto es lo que parece argumentar el PP, se persigue al PP porque hay muchos políticos del PP imputados. Querer confundir acusación y persecución judicial por un asunto de corrupción, con persecución política, un delito contra la libertad de opinión, es un ejercicio de cinismo e hipocresía.

Es inaceptable que podamos escuchar a los principales responsables del PP decir que se les está sometiendo a una persecución política cuando lo que se está haciendo es defender el Estado y las instituciones de políticos corruptos.

Como ciudadano de a pie, felicito a todas las instituciones del Estado por perseguir a estos políticos corruptos. Si el PP no lo entiende así y el resto de los partidos políticos no alzan demasiado la voz (quizás por miedo propio), por lo menos los ciudadanos debemos levantar la voz y decir que queremos que se les investigue, que queremos que se les persiga y que queremos que se les castigue hasta que desaparezca el último corrupto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de agosto de 2009