El Ayuntamiento de Barcelona instalará, durante los próximos dos años, 23 kilómetros de barreras de seguridad para proteger a los motoristas. La plaza de Karl Marx y las calles de Jericó y de Sabino Arana ya disponen de este sistema, que transforma los viejos guardarraíles y evita que, en caso de accidente, el motorista sufra amputaciones. Las barreras reforzadas no son obligatorias en vías urbanas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de agosto de 2009