El Departamento vasco de Interior, que dirige Rodolfo Ares, recalcó ayer que perseguirá "por igual" cualquier acto que suponga un ensalzamiento del terrorismo o una humillación de las víctimas de la violencia, después de que el monolito que recuerda en Tolosa (Guipúzcoa) a dos supuestos etarras asesinados amaneciese el pasado jueves con pintadas. La estela y la escultura colocadas en un parque en memoria de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, secuestrados y asesinados por los GAL en 1983, fue ensuciada con pintadas como "Cerdos comunistas" o "Gora Galindo", en referencia al ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, condenado en 2000 a 71 años de prisión por ambos crímenes.
En plena polémica por la campaña de la Ertzaintza para retirar de las calles vascas los símbolos de apoyo a ETA, la consejería dejó clara "su más rotunda condena y rechazo" a los hechos, cuya autoría investiga la policía vasca.
También la presidenta del legislativo guipuzcoano, Rafaela Romero, deploró el "repulsivo" ataque, mientras EA y Aralar mostraron su preocupación por la sucesión de este tipo de actos en los últimos tiempos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de agosto de 2009