El viento ha convertido la playa de Sant Pere Pescador (Alt Empordà) en una de las mecas europeas del kitesurf, deporte en el que se cabalgan las olas a gran velocidad sobre una tabla gracias a una cometa. Tal es el éxito de la playa, una de las pocas en Cataluña donde está permitido el kitesurf, que algunos días atrae a más de 200 aficionados, lo que genera situaciones de riesgo para los bañistas. El alcalde, Jordi Martí, pide ayuda a la Generalitat para contener la avalancha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de agosto de 2009