Los tiempos de Riverdance marcaron para siempre la versión escénico-musical de la danza irlandesa, del patrimonio celta en sus muchas variantes. Ahora llega a Madrid por primera vez The celtic legends, espectáculo dirigido por Eric Dessauvages que cuenta con el apoyo logístico del cantante Michael Londra, probablemente la figura cultural y mediática más importante de su género. Se representa hasta el 13 de septiembre en el teatro Nuevo Apolo.
Apoyados por la dirección musical en vivo de Liz Know-les, uno de los ejes estéticos es la famosa "giga", baile escocés de origen ancestral y asimilado a toda la cultura celta. La "giga básica" ha sido objeto de múltiples estilizaciones, tanto en versión solista como de grupo, incluso en el ballet clásico (se ve en La Sylphide y en el segundo acto de Coppelia). La tradición dice que nació en las tabernas y que se baila mejor después de varias pintas de cerveza (a temperatura ambiente), lo que no casa exactamente con mantener el equilibrio y percutir el suelo a compás. Una de las características de estos bailes es el zapato de clavos y la rapidez en la ejecución, el llamado tap dance que gracias a la emigración transatlántica devino en claqué.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de agosto de 2009