Llevan tres meses protestando, y ayer lo hicieron ante un importante cliente de su empresa. Cerca de 200 empleados de la auxiliar Treves, que fabrica revestimientos para asientos, se concentraron ayer en la factoría de PSA Peugeot Citroën en Vigo para pedir a la multinacional que "presione" y evite el cierre de una de las dos plantas que la empresa textil tiene en Pontevedra. Con su clausura se perderán 133 puestos de trabajo, la mayoría de mujeres, debido, según ellas, a que la producción se deslocalizará en Marruecos.
Los empleados de la planta situada en O Campiño, que no están afectados por el ERE de extinción, se solidarizaron con sus compañeros porque temen que la medida pueda afectarles tarde o temprano. La concentración de ayer ante PSA fue pacífica, y tras ella se celebró una reunión entre los representantes sindicales y el presidente del Cluster de Empresas del Automóvil, Francisco Anguera. Los trabajadores no han recibido ninguna respuesta a su alternativa al cierre, que consiste en crear una nueva sección en la fábrica de O Campiño para concentrar la producción y que no se pierdan empleos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de septiembre de 2009