El Gobierno encara a trompicones el arranque del curso político más complicado de la era Zapatero, con el paro desbocado -84.985 desempleados más en agosto que han devorado de un plumazo la mejoría experimentada en los tres meses anteriores- y los grupos parlamentarios amenazando con bloquear la acción legislativa del Ejecutivo. Por eso, el PSOE aceptó ayer que los parados que dejaron de cobrar el subsidio desde el 1 de enero pasado, y no desde el 1 de agosto como el Gobierno aprobó en un primer momento, tengan derecho a una ayuda especial de 420 euros mensuales durante un semestre.
Con esta decisión, que supone la segunda rectificación en sólo 15 días sobre la medida aprobada el 13 de agosto, el Ejecutivo duplica el número de desempleados sin prestación que recibirán esa ayuda. El gasto extra de unos 700 millones contribuirá a engrosar un déficit público ya disparado a cerca del 5%.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de septiembre de 2009