Que ni los ánimos ni la fiesta decaigan. Éste quiere ser el espíritu de la Mercè 2009, un año marcado por la crisis. Así lo expresó ayer, durante la presentación del programa oficial, el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí. Las fiestas, que se celebrarán entre el 23 y el 27 de septiembre, servirán "para luchar contra el desánimo de los barceloneses", vaticinó.
Será una Mercè llena de homenajes y nombres propios como el de Ildefons Cerdà. En plena celebración de los 150 años del plan que permitió nacer al Eixample, algunos de sus patios interiores homenajearán al urbanista con espectáculos llenos de tecnología e imaginación. El Floten Tecles, donde un pianista tocará en posición vertical suspendido en el aire a seis metros, es un buen ejemplo. Otro de los protagonistas será el folklorista Joan Amades, del que Martí destacó su labor como enciclopedista de canciones y cuentos populares catalanes.
Hereu suprime por la crisis económica la recepción oficial del palacete Albéniz
La Mercè de este año servirá para "colonizar" nuevos espacios. El Teatre Grec, recientemente rehabilitado, se convertirá en uno de los epicentros del homenaje a Amades. También debuta el Museo Marítimo. Lo hace con la misión de recrear el ambiente de la ciudad invitada este año: Estambul. Los olores del bazar, el teatro de sombras o la música oriental servirán para que los barceloneses se acerquen a la que será capital europea de la cultura en 2010.
Circo en el Castell de Montjuïc o jazz en el parque de la Ciutadella para sobrellevar el fin de las vacaciones completan la oferta. A lo que hay que añadir la música y los 100 conciertos programados. El Barcelona Acció Musical (BAM) traerá a The Hives y Manel. No faltará tampoco el tradicional piromusical, que esta edición celebrará el cincuenta aniversario de la Nova Cançó.
El Ayuntamiento ha destinado este año cuatro millones de euros a las fiestas, una suma similar a la de 2008. Aunque, por decisión del alcalde Hereu, el programa ha sufrido un severo recorte al eliminar la recepción que ofrecía en el palacete Albéniz y que costaba 500.000 euros. El acto se ha sustituido por una jornada de puertas abiertas el día 26.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de septiembre de 2009