Manuel Vázquez quiere que los suyos empiecen el curso político pisando el acelerador. El secretario general del PSdeG y presidente del Grupo Parlamentario reunió ayer a los diputados socialistas para exigirles que eleven la tensión política, con especial incidencia en tres claves: desmontar "la gran mentira" de la austeridad de la Xunta de Feijóo, criticar sus políticas antisociales e incidir en los escándalos que afectan a miembros del Gobierno.
La arenga se debe tanto al temor de Vázquez a que la lejanía de las próximas eleccines relaje a los suyos, como a la tendencia autojustificativa del bipartito que, en su opinión, descentra a algunos de los diputados. A la reunión no asistió el ex presidente Emilio Pérez Touriño, que se recupera de un accidente doméstico sufrido estas vacaciones, pero sí ex conselleiras como María José Caride o Carmen Gallego.
En política social, los socialistas se esforzarán en el período parlamentario que comienza en explicar a los ciudadanos lo que consideran un "desmantelamiento" de determinados servicios. Así, centrarán sus críticas en la eliminación de la gratuidad de los libros de texto, la privatización de la sanidad, el cierre de quirófanos o las deficiencias en la aplicación de la Ley de Dependencia.
En cuanto a los escándalos, el PSdeG seguirá cinco frentes: los conselleiros Alfonso Rueda y Agustín Hernández, los directores generales Juan Carlos Fasero y Ana María Díaz López y el delegado en Ourense, Rogelio Martínez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de septiembre de 2009