A juzgar por las crónicas, Leonard Cohen está, a los 74 años (cumplirá 75 el 21 de septiembre, día de su concierto en Barcelona), en un espléndido momento de forma. Conciertos de tres horas (con un descanso de 20 minutos), en los que suenan alrededor de 25 canciones y en los que el canadiense hace un auténtico despliegue de poderío. Como escudero, el maño Javier Más con su guitarra de 12 cuerdas y su laúd es la estrella de una numerosa banda multinacional compuesta por seis músicos y tres coristas. Si todo se desarrolla como hasta ahora, el primer bloque estará compuesto de su obra más reciente, la de los noventa, mientras que la segunda parte es una especie de retrospectiva en la que sonarán sus temas más famosos. Canciones tan míticas como Suzanne, Sisters of mercy o Take this waltz. Para los bises suele guardar So long, Marianne o First we take Manhattan. Apetitoso y apetecible, no será una sorpresa que el cantautor de Montreal dé el próximo sábado en el Palacio de Deportes de Madrid (avenida de Felipe II) uno de los conciertos del año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de septiembre de 2009