La Audiencia Nacional dejó ayer en libertad al histórico dirigente de Batasuna Rufino Etxeberria al haber pasado casi cuatro años de prisión provisional, el plazo máximo, que cumplía a principios de octubre.
La decisión fue adoptada por la sección segunda de la Sala de lo Penal, compuesta por Fernando García Nicolás, Ángel Hurtado y Enrique López. Etxeberria estuvo encarcelado entre mayo de 2002 y abril de 2004 y desde octubre de 2007 hasta ahora a la espera de juicio por la vinculación entre Batasuna y ETA y la financiación de la banda a través de las herriko tabernas.
El jueves, la fiscalía pidió que se prorrogara por dos años la prisión de Etxeberria y otros tres dirigentes de Batasuna: Joseba Permach, Joseba Álvarez y Juan Cruz Aldasoro, sobre los que la Sala se pronunciará hoy.
En mayo, el tribunal desestimó la petición de las defensas para que se pusiera en libertad a sus representados y decidió mantenerlos en prisión por el riesgo de fuga ante la proximidad del juicio, que se calcula podrá celebrarse antes de fin de año.
D3M y Askatasuna
El juez Baltasar Garzón procesó ayer por pertenencia y colaboración con banda armada a 13 de los dirigentes e impulsores de la plataforma electoral Democracia 3 Millones (D3M) y del partido Askatasuna, marcas de la izquierda aberzale para las elecciones vascas del pasado 1 de marzo.
Entre los procesados se encuentran los líderes de ambas formaciones, Amparo Lasheras, cabeza de lista y portavoz de D3M, y Antonio Munduate, presidente de Askatasuna. El juez considera que pusieron en marcha o colaboraron en la estrategia de ETA para entrar en las instituciones a través del llamado "frente institucional".
El juez ya suspendió las actividades de ambas el 17 de febrero al considerarlas herederas de ETA y Batasuna. La Sala Especial del Tribunal Supremo ilegalizó las listas de ambas formaciones, decisión que fue confirmada por el Constitucional. Ambos tribunales se basaron en motivos similares a los expuestos ayer por Garzón.
El juez detalla cómo los procesados participaron activamente o colaboraron en la estrategia desarrollada por ETA tras la ilegalización de Batasuna, que suponía "la creación de marcas políticas sucesivas", ya fueran partidos en activo, partidos nuevos, agrupaciones electorales o formaciones sin actividad. La última de las agrupaciones creadas por ETA fue D3M. Askatasuna estaba "en hibernación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de septiembre de 2009