Los 13 mayores de edad detenidos por los disturbios del sábado quedaron ayer en libertad tras declarar en el Juzgado número 1 de Pozuelo de Alarcón. La policía les acusaba de desórdenes y atentado a la autoridad, pero la juez que los interrogó ayer no concretó formalmente los cargos de los que se les acusa a cada uno, a la espera de nuevas investigaciones. La Fiscalía de Menores se hizo cargo de los otros siete detenidos.
Sólo alguno de los arrestados confirmó su participación en los hechos. Mientras declaraban, en las inmediaciones de los juzgados les esperaban familiares y amigos, que no habían contactado aún con ellos. Como los padres de uno de los arrestados de Pozuelo, un chico de 20 años que tras ser detenido tuvo que ser trasladado al hospital Puerta de Hierro con un ojo morado y heridas en la clavícula y la espalda. A las doce estaba cenando en casa y a las ocho nos avisan de que está detenido", se lamentaba nerviosa su madre, muy disgustada por no haber podido ver a su hijo hasta que quedó libre.
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La familia estudia denunciar a la policía por "una carga desproporcionada". De momento, los 13 implicados tienen que acudir al juzgado los días 1 y 15 de este mes, a la espera de que se les notifique la imputación que pesa sobre ellos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de septiembre de 2009