Roza los límites del género negro para acercarse a lo más profundo del ser humano, hablar de sentimientos y dejar que los fantasmas pululen por la novela. Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) utiliza a un comisario en El animal piadoso (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores) para narrar una historia de vivos y de muertos, de personajes que se reencuentran al cabo de los años y se enfrentan a su pasado más doloroso.
Todo comienza, según el autor, con el asesinato de un matrimonio cometido 14 años antes del reencuentro en un asilo del comisario Samuel Mol y el anciano Elicio Cedal. El policía fue incapaz de resolver el crimen y a lo más que llegó fue a tener sospechas de que el culpable era Cedal.
El autor de El reino de Celama ha creado en El animal piadoso "una fábula moral sobre la sospecha y la misericordia muy alejada de los cánones de la novela negra", un género que entusiasma al escritor como lector, pero con matices. "Los clásicos son fantásticos y lo que se publica actualmente me aburre. La novela policiaca moderna me cansa, está llena de artificios y cualquier cosa vale para multiplicar lo poco que ofrece al lector", aseguró ayer el escritor. El creador de Samuel Mol reflexiona en su último libro sobre la soledad, la vejez y el sentimiento de culpa y todo ello lo envuelve en un universo de intriga en el que el personaje trata de encontrar respuestas a los grandes dilemas de su existencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de septiembre de 2009