El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, concretó ayer pocas cosas en el debate sobre la situación económica en el Congreso de los Diputados. El alcance de la anunciada reforma fiscal sigue sin detallarse. El presidente sólo ofreció un trazo grueso: la subida de impuestos supondrá un aumento de la presión fiscal en torno al 1,5% del PIB (15.000 millones). En términos absolutos, sería uno de los mayores aumentos de impuestos de la democracia, si no el mayor. En 1992, el Gobierno de Felipe González subió el IRPF en todos los tramos y dos puntos del IVA, lo que suponía el 0,5% del PIB.
Toda la oposición arremetió contra la gestión de la crisis del Gobierno, aunque con distintos tonos. CiU subrayó su alejamiento de Zapatero, al que pidió que no subiera impuestos, mientras el PNV dio muestras de acercamiento. El líder del PP, Mariano Rajoy, ofreció un pacto para reducir el gasto público, pero condicionado a no aumentar la presión fiscal.
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Páginas 10 a 13
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de septiembre de 2009