Éste es un mensaje para todas aquellas personas que aún no han podido convencerse de que las vacaciones de verano se han terminado: diríjanse a la explanada que hay delante de las fuentes de Montjuïc (plaza de Espanya, L-1 y L-8), tómense un mojito y disfruten con los remates de las mejores jugadoras de volley playa del mundo.
A nivel perceptivo el ejercicio es de lo más agradable, además de gratuito. "Esto es como estar en Copacabana", comentaba ayer uno de los espectadores desde las gradas.
Desde el pasado martes y hasta el próximo domingo, el espacio que hay en la falda del Museo Nacional de Arte de Cataluña, sobre las fuentes luminosas de Carles Buïgas, alberga el Hyundai Open Barcelona, un torneo de primer nivel enmarcado en el circuito mundial de volley playa.
De subrayar el componente competitivo se encarga Xavier Bosma, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y director deportivo del torneo, que ayer iba, atareado, de acá para allá, recorriendo los cinco campos instalados y pegado a su walkie talkie.
La arena de las pistas no quema a pesar de la solana que ayer fundía Barcelona. Las 1.500 toneladas de tierra de sílice las han traído directamente desde una cantera de Segovia, en 56 tráilers.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de septiembre de 2009