La organización de la manifestación -decenas de jóvenes con brazaletes plateados y camisetas con el rostro de Carlos Palomino- sólo permitía tomar imágenes de la cabecera a los reporteros gráficos. Los cámaras hicieron un plante. Uno de los manifestantes amenazó con un palo a un fotógrafo por levantar la cámara. Tampoco podían grabar particulares. Un ciudadano, que tomaba imágenes para su web personal "republicana", se les encaró: "Esto no pasaba ni con Franco".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de septiembre de 2009