José Montilla, presidente de la Generalitat, volvió a dar ayer una de cal y otra de arena al anunciar que aceptará el "desenlace" sobre el Estatuto -el fallo del Tribunal Constitucional- "sea cual sea", y añadiendo luego que lo hará "sin renunciar, sino todo lo contrario, de forma serena pero firme, a la defensa del autogobierno que contempla el Estatuto", buscando otros "instrumentos del Estado dentro del marco constitucional". Lo hizo en Madrid, en la celebración de la Diada en la Residencia de Estudiantes, a cielo abierto e interrumpido en ese momento de su discurso por un trueno que no llegó a romper en tormenta.
"El mejor antídoto contra los tremendismos extremos", dijo sin citar el referéndum independentista de Arenys, "es la lealtad mutua de los Gobiernos de aplicar la ley". "Empezando por el Estatuto", subrayó. Lo escuchaban los vicepresidentes de Congreso y Senado y los portavoces parlamentarios del PSOE, José Antonio Alonso, y ERC, Joan Ridao. Sólo acudió un ministro, Celestino Corbacho: llegó cuando Montilla bajaba del estrado.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de septiembre de 2009