Corría el año 2006 y el bipartito trataba de aplacar la crisis abierta con el Grupo Pescanova como consecuencia de la anulación de su proyecto en cabo Touriñán. El 22 de mayo de ese año, representantes de la Consellería de Pesca y de la empresa daban su visto bueno a un calendario de tramitación de los "proyectos alternativos a la planta de Touriñán". Se trataba de tres ampliaciones en las instalaciones de Xove y de la creación de otra granja marina en Ribadeo, actuaciones a las que finalmente Pescanova renunció.
"Después de revisar dicho cronograma, ambas partes manifiestan su conformidad", reza el acta de la reunión, firmada por los cuatro representantes de la consellería y por otros tantos del Grupo Pescanova. El documento incluye especificaciones sobre la financiación del proyecto, incluida una modificación normativa que permitiese a Pescanova tramitar subvenciones antes de contar con todos los permisos, licencias y autorizaciones. También se informaba a la empresa de la posibilidad de comprometer ayudas con cargo a programas operativos IFOP de las dos anualidades siguientes, junto a otras contribuciones con "financiación pública".
El acta fue facilitada ayer por el PSdeG junto a otro documento, en el que se constata la presentación de tres proyectos de ampliación en Xove y el de construcción de una nueva en Piñeira-Ribadeo, promovidos por Insuamar e Insuiña, pertenecientes al Grupo Pescanova.
El líder del PSdeG, Manuel Vázquez, criticó la decisión de la Xunta de "regalar" Touriñán a Pescanova, después de que el bipartito pactase las dos actuaciones alternativas. La empresa "ya tuvo su compensación", afirmó Vázquez, que acusó a Pescanova de "desafiar" a Alberto Núñez Feijóo con un pulso hasta "hacerle doblar la rodilla". Fuentes de Pescanova evitaron responder a estas afirmaciones.
A la oleada de críticas por el proyecto, Feijóo respondió: "Estamos haciendo una gestión responsable". Y contraatacó declarando su "sorpresa" por las críticas del Gobierno, cuando la actuación fue "autorizada" por el Ministerio de Medio Ambiente. No tardó en contestarle la ministra, Elena Espinosa, que recordó que su departamento no pudo informar el plan acuícola de Manuel Fraga, en el que se incluía la planta, "porque no tenía la Evaluación Estratégica Medioambiental". "El ministerio en la vida dio un informe positivo", apostilló Espinosa, quien recomendó al presidente de la Xunta "que le diga a su gente que no le pasen informes que le hagan mentir a él". La Xunta respondió con la difusión de un informe ministerial que autoriza la instalación de tuberías para toma de aguas y desagüe.
La portavoz del BNG en Europa y futura eurodiputada, Ana Miranda, mientras, registró una iniciativa ante la Comisión Europea a través del grupo parlamentario Verdes-Ale, en la que denuncia la recuperación del proyecto de Touriñán. Miranda censura la ocupación de una superficie de 300.000 metros cuadrados en un lugar de importancia comunitaria (LIC).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de septiembre de 2009