He oído recientemente a uno de los líderes sindicales, en entrevista telefónica en la radio, asegurando que la presión fiscal en España es inferior en 11 puntos a la del resto de Europa. Es una frase muy imprecisa, aunque creo que hablaba de las rentas del trabajo, por el resto de la conversación. Supongo que tendrá a su alcance todos los datos necesarios para hacer tal aseveración, mientras que yo tengo información muy limitada sobre este tema.
Hablando en primera persona, no me salen las cuentas. Soy un afortunado que además de tener trabajo, formo parte del grupo de los que tienen rentas altas. Durante algunos años he trabajado y pagados mis impuestos en Francia y desde mi regreso lo hago en España. Con unos ingresos totales brutos casi sin variación, incluyendo en ambos casos los mismos conceptos y cantidades por pagos en especies, la presión en mi caso es aproximadamente un 10% mayor en España de lo que era en Francia. Podría pensarse que hago algo mal, pero en los dos casos me limito a aceptar el borrador que me envían por correo. No tengo otros ingresos diferentes a los que me declara la empresa.
Me horroriza pensar que la presión en España es sólo 11 puntos inferior a nuestros vecinos, porque "sólo" nos incrementan un 10% a los que controlan realmente: los trabajadores por cuenta ajena que cobramos por nómina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de septiembre de 2009