La constructora que ha recibido el mayor contrato de obra pública que licitará el Ayuntamiento de Pontevedra esta legislatura, la constructora Casas Novas, recurre al concurso de acreedores. La decisión de la empresa, propiedad del presidente de la Cámara de Comercio Pontevedresa, Ricardo Mirón, se apoya en la severa crisis económica de la empresa, que amenaza con presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para la mitad de la plantilla.
Aunque Mirón reconoció que el hecho de que el Ayuntamiento aprobara su oferta para realizar obras en la ciudad por valor de más de tres millones de euros era un "balón de oxígeno", la empresa no ha podido presentar el aval, y por tanto se ve obligada a renunciar a la obra. Casas Novas, que desde el año pasado ha perdido cien trabajadores, había logrado la adjudicación de las obras de reforma de las calles Joaquín Costa, A Estrada y Pintor Laxeiro por un contrato de 3,1 millones. Serycosa será la encargada de tomar el relevo.
La constructora de Mirón presenta deudas de clientes y ve "imposible refinanciar la deuda existente", explicó ayer el concejal de Hacienda, Raimundo González. "La constructora se ve imposibilitada para cumplir sus obligaciones como adjudicataria de las obras". El edil mostró la solidaridad del Ayuntamiento con el empresario y los trabajadores afectados, que, al corriente de los problemas financieros de la empresa, temen un ERE.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de septiembre de 2009