El próximo alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, escenificó ayer, incluso con sobreactuación, que la moción de censura del próximo 22 de septiembre ya no tiene vuelta atrás. Navarro, arropado de varios concejales, rompió delante de los medios de comunicación el documento por el que renunciaba a la aceptación expresa de la candidatura a la Alcaldía de la moción, que se debatirá el próximo martes. La condición era que la alcaldesa de Dénia y los alcaldes de la Vall de Laguar y La Vila Joiosa entregaran sus alcaldías conseguidas por el PP con regidores tránsfugas.
El plazo vencía a las 12 del mediodía. Pasados unos minutos de la hora, el candidato a alcalde del grupo socialista dio por finalizado el "reto". "A partir de ahora el PP no puede hablar de tránsfugas, moción de censura o Pacto Antitransfuguismo", dijo Navarro tras hacer pedazos lo que consideró "papel mojado".
El futuro alcalde emplazó a los presentes a "vernos el próximo martes en el pleno".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de septiembre de 2009