Un operativo policial con unos 15 agentes de uniforme y de paisano cerró ayer las salidas del intercambiador de transportes de la avenida de América en Madrid durante más de una hora con un objetivo: parar a todos los ciudadanos con rasgos latinos o de raza negra para comprobar sus papeles y en caso de no tenerlos, detenerlos. Lo cumplieron: al menos una decena de inmigrantes abandonó la estación en un furgón policial. "Cumplimos órdenes. Las explicaciones, a Interior", afirmó un agente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de septiembre de 2009