Un espectáculo idóneo éste de Hotel Paradiso para degustadores de joyas curiosas que no pululan por los circuitos escénicos comerciales ni cuentan con figurones ni relumbrones mediáticos. Seguro que los que vieron a La Familie Flöz, cuando estuvieron con su Teatro Delusio en La Abadía el pasado año, regresan sin dudarlo ni un minuto al mismo espacio donde ahora llegan. Pero los que no tuvieron esa suerte, que sepan que es uno de los fenómenos teatrales europeos más dignos e interesantes de las últimas décadas en el que todo, todo, imaginación, máscaras, virtuosismo, humor negro, ironía, mordacidad y retranca, se ha puesto al servicio de un teatro directo, sensible, grotesco, poético en el que se dicen tantas cosas con el cuerpo que no son necesarias ni las palabras para contar un "sueño alpino lleno de humor negro, sentimientos tormentosos y un toque de melancolía", según sostiene Michael Vogel, director de este grupo internacional de creadores de teatro de 10 naciones diferentes y con sede en Alemania que estará del 24 de septiembre al 4 de octubre en el teatro de la Abadía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de septiembre de 2009